“En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible”,
(Albert Camus).
El Solsticio de Invierno es una fecha importante para la Masonería, es el instante en el que el Sol llega a su punto más bajo en el cielo. Del latín sol + sistere “quedarse quieto”, alude a la ilusoria suspensión temporal del Sol para continuar después con su ruta ascendente. En el hemisferio norte el solsticio de invierno es el opuesto al que ocurre en el hemisferio sur, el solsticio de verano. De un lado tendremos la noche más larga del año y del otro el día más luminoso, este es el punto de máxima dualidad en este tránsito cósmico, que llegará al equilibrio en el equinoccio.
El Solsticio de Invierno es para nosotros los masones de Egipto un gran símbolo natural de la muerte y el renacimiento. Es nuestro “memento mori”, donde toda la naturaleza venera enlutada a la luz que es la fuente de toda vida. Pero en la misma muerte yace la semilla del espíritu que florecerá en la primavera y culminará en el esplendor del solsticio de verano. La luz y la oscuridad no pueden existir la una sin la otra y es posible ver la Luz en las tinieblas.
Comments